A través de diferentes iniciativas comunicativas y artísticas, excombatientes de las Farc-Ep y habitantes de las comunidades le apuestan a la reincorporación y a la reconciliación.
Marcos Guevara y Claribeth Caro retratan el mundo a punta de fotografías, videos y piezas gráficas con las que buscan reflejar la vida que renace en el antiguo Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) Tierra Grata, en el departamento del Cesar.
En la guerrilla, él diagramaba los boletines que se repartían en la población. Siempre tuvo interés en la comunicación y las artes visuales. Por eso, con Claribeth, su pareja, conformaron el colectivo de artes gráficas y comunicaciones ‘La Rotativa’ (@larotativa.tg, en Instagram), que funciona en dos vías: Marcos toma fotografías y realiza videos sobre las dinámicas diarias en la comunidad de Tierra Grata, mientras que ella crea y comercializa camisetas, busos y pocillos con diseños especiales, cuya venta contribuye a generar ingresos para continuar con el proyecto.
Aunque la verdadera intención detrás de ese colectivo es otra. “Pensamos en la Serranía del Perijá –dice Marcos–, un territorio afectado por la violencia, y creemos que visibilizarlo es una forma de repararlo” .
Con ese objetivo, dictan talleres y capacitan niñas, niños y jóvenes en fotografía, video y diseño. “La idea es crear una cultura entre los pelados, para que, en 20 años, tengan otra opción que sirva a la comunidad” , dice Marcos.
“Nuestro sueño es seguir creciendo como colectivo para hacer un verdadero trabajo de reparación” , complementa Claribeth.
Con el mismo criterio trabaja Yerman Pérez en el antiguo ETCR Las Colinas, ubicado en el municipio de San José del Guaviare, en la región de la Amazonía. Allí, este excombatiente se percató de que, debido a las dificultades de ese territorio alejado de la cabecera municipal y rodeado por la selva, existía una necesidad informativa y una oportunidad comunicativa.
A sus 28 años, creó un medio de comunicación radial y audiovisual llamado ‘NotiPaz, voz de la Amazonía’ , a través del cual transmite, con un megáfono, noticias, no solo del antiguo ETCR, sino de la vereda Las Colinas. También hace perifoneo de cuñas radiales y cubre eventos de la comunidad en videos cortos que luego sube a su página de Facebook ‘Nodo RNJR Guaviare ReDNace Colinas’ .
Siempre le gustaron las cámaras y la comunicación. Cuando, al iniciar el proceso de reincorporación, se les dio la oportunidad de recibir capacitaciones en manejo de cámaras y edición de audio y video, “nos empoderamos para poder difundir la realidad que vivimos en el campo” , afirma.
Pero, no es solo un medio de comunicación. ‘NotiPaz’ también tiene una vocación pedagógica, porque la idea es construir una red comunitaria para el futuro. Por eso conformaron un nodo juvenil. Cualquiera que lo desee, puede hacer parte del equipo. Al comienzo, solo trabajaban cuatro personas y hoy son 12 jóvenes, entre excombatientes y habitantes de la comunidad de Las Colinas. “El trabajo que hacemos es un aporte a la paz y la reconciliación” , agrega.
En estos días de virus y pandemia, ‘NotiPaz’ cumple con su labor informativa a través del perifoneo, mientras Yerman camina por las calles recomendando a los habitantes del pueblo lavarse las manos con frecuencia. Tan pronto pase la emergencia, su anhelo es que su voz se contagie en todo el departamento del Guaviare.
Con el mismo criterio trabaja Yerman Pérez en el antiguo ETCR Las Colinas, ubicado en el municipio de San José del Guaviare, en la región de la Amazonía. Allí, este excombatiente se percató de que, debido a las dificultades de ese territorio alejado de la cabecera municipal y rodeado por la selva, existía una necesidad informativa y una oportunidad comunicativa.
Varios años después de las jornadas nocturnas de dibujo y escritura en la guerrilla, los poemas que salen del renovado lápiz de Yolima han dejado atrás el lenguaje de la violencia y prueban que una nueva inspiración parece volar en libertad.
“Hoy he vuelto a ver aquellas guerreras / ellas son las mismas flores que luchan / ahora de otra manera / ahora no con fusiles / sino con rosas y palabras” , escribe Yolima, quien vive en Cali, y dejó atrás su nombre de pila porque –a pesar de todo– el temor permanece.
En el proceso de reincorporación, entró a formar parte de ‘Gestores de Paz y Cultura Ciudadana’ , un programa de la antigua administración de la Alcaldía de Cali que, con el apoyo del British Council, le apostó a que excombatientes, víctimas y expandilleros, usaran el arte como mecanismo para reconstruir tejido social.
“De ese proceso, me impactó el poder reparador de la cultura: es un mecanismo para que otros se den cuenta de que no somos esos monstruos que les han pintado” , confiesa Yolima.
Con ella está de acuerdo Yuveni, otra exintegrante de las Farc-Ep que ingresó al programa y que se abstiene de revelar su nombre real. Ella apoya la paz a través de la pintura. Hace unas semanas, por ejemplo, terminó el óleo de una joven insurgente, despojada de su uniforme, que insiste en continuar la batalla, pero esta vez con flores.
El proyecto de la Alcaldía de Cali recibió el apoyo de la Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN) y el British Council, para implementar una estrategia con enfoque de género, en la cual 26 excombatientes recibieron capacitaciones, incluidas Yuveni y Yolima.
Uno de los productos del proceso fue una muestra fotográfica en la que sus participantes mostraron lo aprendido. Se exhibieron 33 piezas reunidas en la exposición ‘Narrativas de género y reconciliación’ . Yolima recuerda que su foto era sobre orientación sexual: consistía en dos manos entrelazadas de una pareja de mujeres que podían ser amigas, hermanas o novias. Eso no importaba: el mensaje era de respeto.
“Mis pinturas son un mecanismo pedagógico para quitar odio en los corazones. El arte es la mejor estrategia para la reconciliación” , dice Yuveni.
Cali y los antiguos ETCR Tierra Grata y Las Colinas fueron tres de los territorios en donde se implementó la estrategia ‘Acciones comunitarias con enfoque de género y derechos de las mujeres’ de la ARN y el British Council, con su programa ‘Active Citizens’. A través de estas iniciativas artísticas y comunicativas, también se reflejan los aprendizajes adquiridos en temas de derechos de las mujeres, identidades, orientaciones sexuales diversas y prevención de las violencias basadas en género. Así, desde diferentes regiones del país, hombres y mujeres se unen alrededor de la transformación de sus comunidades.